Los expertos afirman que una forma de medir el grado de ventilación de ciertos espacios es comprobar la cantidad de dióxido de carbono que hay en el aire. Las personas exhalan dióxido de carbono, por lo que una simple medición de dióxido de carbono nos permite saber cuánto aire exhalado de otras hay en una habitación.  No es una medida perfecta de la peligrosidad -no le dirá si hay realmente un virus-, pero es un buen indicador  para saber que tan arriesgado es un lugar. Es fácil comprobar los niveles de dióxido de carbono,  todo lo que se necesita es un pequeño monitor portátil.

Para poner a prueba esta idea, el equipo de Verge Science llevó uno de esos monitores por todo Brooklyn, Nueva York, para comprobar la ventilación en varios establecimientos. Revisa este video para para ver lo que encontraron.